Blogs que sigo

viernes, 10 de agosto de 2018

Teresa de Jesús



La mina del jardín de los pavos reales (3)

Justo al día siguiente, volví a oír hablar de la Jaula Maravillosa del visir en el Jardín de los Pavos Reales. Ya habían terminado la plataforma. En medio del verdor del jardín, el brillo intenso de su piedra blanca era al mismo tiempo atractivo e hiriente. El Daroga Nabi Bakhsh me dijo que colocarían la jaula sobre aquella plataforma.
-Pero, Daroga Sahab -dije yo-, ¿cómo van a meter aquí una jaula tan grande?
La traerán por piezas -me respondió el Daroga-, y luego la montarán aquí dentro. Los hombres del Huzur-e-Alam deben estar a punto de llegar. Ocuparán todo este espacio; trabajarán durante toda la noche y mañana se soltarán los pájaros en la jaula.
-¿Se soltarán o se encerrarán? -le pregunté.
-Es lo mismo. ¡Déjate de juegos de palabras y atente al significado! Sin duda, el Huzur-e-Alam vendrá, pero no sería raro que Hazrat Sultan e Alam, nuestro Badshah, nos honrara con su presencia. Mañana empezará tu verdadero trabajo. Has sido seleccionado para cuidar de la Jaula Maravillosa y de sus pájaros. ¿Has entendido? Mañana ven sin falta, no se te ocurra ausentarte.
En ese momento entró en el Jardín de los Pavos Reales un macero y le dijo algo en voz baja al Daroga, a lo cual él respondió:
-Sean bien recibidos. Ya hemos terminado -dijo señalando a la plataforma, y después me dijo:
-Vámonos, tenemos que dejar espacio para que coloquen la jaula.

(Sigue)