Blogs que sigo

sábado, 30 de abril de 2016

S. Albarral


Juzgar

¿Qué he de hacer para perdonar a otros? 
Si no condenaras a nadie, nunca tendrías necesidad de perdonar.

A. de Mello


                              A Chelo le apetece escuchar este tema.

martes, 26 de abril de 2016

Salamandra





Como seguramente ya sabéis todos, han salido los nuevos de Salamandra. A partir de hoy mismo, para recibirlos en vuestra casa, podéis enviar un sobre timbrado (0,95 €) con vuestra dirección a: 
Francisco Pérez Suárez 
Rambla de la Pau  109  3º  1ª 
08800  Vilanova i la Geltrú 
(Barcelona)





lunes, 25 de abril de 2016

... porque hoy es ...

Mas entanto que cegos o sedentos 
Andais de vosso sangue, ó gente insana! 
Não faltarão Cristãos atrevimentos 
Nesta pequena casa Lusitana: 
De África tem marítimos assentos, 
É na Ásia mais que todas soberana, 
Na quarta parte nova os campos ara, 
E se mais mundo houvera, lá chegara.

Luis Vaz de Camôes


domingo, 24 de abril de 2016

Vicens Vives - Don Quijote - IV Centenario


-Y confieso a vuestra merced una verdad, señor don Quijote: que hasta aquí he estado en una grande ignorancia; que pensaba bien y fielmente que la señora Dulcinea debía de ser alguna princesa de quien vuestra merced estaba ena­morado, o alguna persona tal, que mereciese los ricos pre­sentes que vuestra merced le ha enviado: así el del vizcaíno como el de los galeotes, y otros muchos que deben ser, según deben de ser muchas las vitorias que vuestra merced ha ga­nado y ganó en el tiempo que yo aún no era su escudero. Pero, bien considerado, ¿qué se le ha de dar a la señora Al­donza Lorenzo, digo, a la señora Dulcinea del Toboso, de que se le vayan a hincar de rodillas delante della los vencidos que vuestra merced le envía y ha de enviar? Porque podría ser que, al tiempo que ellos llegasen, estuviese ella rastrillando lino, o trillando en las eras, y ellos se corriesen de verla y ella se riese y enfadase del presente.
-Ya te tengo dicho antes de agora muchas veces, Sancho -dijo don Quijote-, que eres muy grande hablador y que, aunque de ingenio boto, muchas veces despuntas de agu­do; mas, para que veas cuán necio eres tú y cuán discreto soy yo, quiero que me oyas un breve cuento. Has de saber que una viuda hermosa, moza, libre y rica, y, sobre todo, desenfadada, se enamoró de un mozo motilón, rollizo y de buen tomo; alcanzólo a saber su mayor, y un día dijo a la buena viuda, por vía de fraternal reprehensión: "Maravilla­do estoy, señora, y no sin mucha causa, de que una mujer tan principal, tan hermosa y tan rica como vuestra merced, se haya enamorado de un hombre tan soez, tan bajo y tan idio­ta como fulano, habiendo en esta casa tantos maestros, tantos presentados y tantos teólogos, en quien vuestra merced pudiera escoger como entre peras, y decir: Éste quiero, aquéste no quiero". Mas ella le respondió, con mu­cho donáire y desenvoltura:
»"Vuestra merced, señor mío, está muy engañado, y pien­sa muy a lo antiguo si piensa que yo he escogido mal en fula­no, por idiota que le parece; pues para lo que yo le quiero, tanta filosofía sabe, y más, que Aristóteles". Así que, Sancho, por lo que yo quiero a Dulcinea del Toboso tanto vale como la más alta princesa de la tierra. 
                                                                                                               
 (Primera parte - Cap. XXV)

viernes, 22 de abril de 2016

Sant Jordi





El océano, según investigaciones antiguas chinas, tiene siete pisos de agua, cada uno diferente del otro en salinidad, ligereza, claridad y habitantes. El dragón está en el piso más profundo, aquél que toca el lecho de roca del océano. El dragón del océano hace mucho tiempo que se durmió, pero un día despertará, y hará mucho daño, pero es seguro que no llegará a dominar el mundo. En cambio, en el cuarto piso del océano, está el pez por antonomasia. Antaño, los peces, con su gran rey, dominaron la tierra y sometieron al hombre a esclavitud. Un día los hombres se sublevaron, y armados de espejos -que los peces confundieron con el agua-, lograron derrotar y encerrar a los peces en ellos, menos a su gran jefe, que estaba disfrutando de la primavera en los jardines del cuarto piso del mar. Viviremos tranquilos mientras los peces estén en el fondo de los espejos, pero Jorge Luis Borges ha recogido unas noticias chinas en su Zoología fantástica, según las cuales, si en silencio se mira con atención durante horas el fondo de los espejos, se ve a un pez que allá, en la bruma lejana, se mueve lentamente. Es el pez derrotado que busca cómo salir de su prisión y volver a combatir a los humanos. Parece ser que esta vez seremos derrotados y presa de los peces, quienes nos gobernarán «en inmisericordia, tiranía e injusticia», por los siglos de los siglos. Alguien ha sugerido la posibilidad de una alianza de los humanos con el gran dragón del fondo del océano. Pero, ¿quién puede descender hasta él para poder despertarlo?

Álvaro Cunqueiro


miércoles, 20 de abril de 2016

Archivo Manuel de Falla


Desde el momento en que llegas al mundo de la existencia,
Hay colocada una escala delante de ti para permitir que te evadas;
Primero fuiste mineral, después te volviste planta, y después te convertiste en animal: ¿cómo ibas a ignorarlo?
Después fuiste hecho hombre, dotado de conocimiento, de razón, de fe:
Considera este cuerpo sacado del polvo: ¡qué perfección ha adquirido!
Cuando hayas trascendido la condición del hombre, te convertirás sin ninguna duda en ángel;
Entonces habrás acabado con la tierra: tu morada será el cielo.
Rebasa incluso la condición angélica: penetra en este océano, 
A fin de que tu gota de agua pueda transformarse en un mar...

Rumi


Pato dedica a todos este tema.