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lunes, 7 de octubre de 2019

Rutas del Vino - Galicia - Norte de Portugal


Ensayos (28)

Para las mayores enfermedades, los mayores remedios. Servio, el gramático, afectado por la gota, no halló mejor remedio que aplicarse veneno para matarse las piernas. ¡Que estuvieran todo lo gotosas que quisieren, con tal de que no lo sintiera! Dios nos da bastante libertad al ponernos en situación tal que el vivir nos es peor que el morir.

Y Diógenes al encontrarse con Espeusipo, al que llevaban en litera por hallarse aquejado de larga hidropesía, cuando éste le gritó: ¡Salud, Diógenes!, él respondió: A ti que padeces la vida estando en tal estado, no te deseo salud alguna.
En efecto, algún tiempo después, Espeusipo dióse muerte, afligido por tan penosa condición de vida.

«La virtud, padre, no es lo que piensas, no es el miedo a la vida, es hacer frente a los males y no darles la espalda y huir.» (Séneca, Tebaida, I. 190)

«En la adversidad, es fácil despreciar la muerte, pero tiene más valor sufrir la miseria.» (Marcial, XL LVI. 15).

«Por miedo a una posible desgracia, muchos se han lanzado a los mayores peligros; es valiente el que está presto tanto a afrontar el peligro que surge, como a evitarlo si puede.» (Lucano, Farsalia, VIII. 104).

«El miedo a la muerte inspira a los hombres tanto odio a la vida y a la luz, que, por desesperación, se matan ellos mismos, olvidando que el origen de sus males es justamente ese miedo a morir.» (Lucrecio, III. 79).

«Para sufrir una desgracia futura, hay que existir cuando tal desgracia pueda ocurrir.» (Ibídem. íd. III. 874).

Hay pasiones fantásticas e irracionales que han empujado no sólo a individuos sino a pueblos, a matarse. He citado ya anteriormente algunos ejemplos; y podemos leer además, de las vírgenes milesias, que por furiosa conspiración colgábanse una tras otra, hasta que el magistrado puso coto a ello, ordenando que con la misma soga fuesen arrastradas desnudas por la ciudad todas aquellas que fueren halladas ahorcadas. Cuando Treición aconseja a Cleómenes que se mate, a causa del mal estado de sus asuntos, y, que habiendo huido de una muerte más honrosa en la batalla que acaba de perder, acepte esa otra que le viene a la zaga en honor, para no permitir al vencedor que le haga sufrir una muerte o una vida vergonzosa, Cleómenes, con lacedemonio y estoico valor, rechaza tal consejo por cobarde y afeminado: Es un recurso, dice, que jamás puede faltarme y del cual no me he de servir mientras haya un ápice de esperanza; que el vivir es a veces constancia y valor.

Un hombre puede esperar cualquier cosa mientras viva, dice un dicho antiguo. 

«En medio de la arena, el gladiador vencido, aún espera, pese al pulgar, hacia abajo, de la muchedumbre.» (Pentadio, citado por Justo Lipsio en Saturnales).

Dice Plinio que sólo hay tres enfermedades para las que tengamos derecho a matarnos por evitarlas: la peor de todas es el cálculo en la vejiga cuando hay retención de orina; según Séneca, sólo aquellas que trastornan durante largo tiempo las facultades del alma.

Montaigne, Michel de