Ensayos (9) No sabemos dónde nos espera la muerte; esperémosla en cualquier lugar. La premeditación de la muerte es premeditación de la libertad. El que aprende a morir, aprende a no servir. El saber morir nos libera de toda atadura y coacción. No existe mal alguno en la vida para aquél que ha comprendido que no es un mal la pérdida de la vida. Pablo Emilio contestó al enviado de aquel mísero rey de Macedonia, prisionero suyo, que le rogaba no le llevase con él en su triunfo: hágase el ruego a sí mismo. *** Para acabar lo que he de hacer antes de morir, todo tiempo ocioso paréceme corto, aunque sea de una hora. *** Quiero que se actúe y que se alarguen los oficios de la vida todo lo posible; y que me halle la muerte plantando coles, mas indiferente a ella y más aún a mi imperfecto jardín. *** Si habéis aprovechado la vida, estáis saciados idos satisfechos. Si no habéis sabido hacer uso de ella, si os era inútil, ¿qué se os va en haberla perdido? ¿Para qué la queréis todavía?
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Todos los días van hacia la muerte, el último la alcanza.
Montaigne, Michel de