Blogs que sigo

domingo, 2 de febrero de 2020

Baelo Claudia




Historia Natural (8)

Las salamandras, animales con la apariencia de un lagarto, con el cuerpo lleno de manchas, que no aparecen nunca a no ser en época de grandes lluvias y que desaparecen cuando está claro. Este animal tiene la sangre tan fría que con su contacto apaga el fuego, como lo haría el hielo. El líquido lechoso que expulsa por la boca, al contacto con cualquier parte del cuerpo humano, provoca la caída de todo el pelo, y la parte que ha entrado en contacto se ve afectada por el vitíligo.

Hay falta de entendimiento entre las zorras y los milanos; entre las serpientes, las comadrejas y los cerdos. Aesalon se denomina un ave de pequeño tamaño que rompe los huevos de los cuervos; sus polluelos son atacados por las zorras. En revancha, éste acosa a la propia zorra y a sus cachorros. Cuando lo ven los cuervos, le prestan ayuda como si fuera contra un enemigo común. También el acanthis vive en los espinos; por eso odia a los asnos que comen también flores de espino, y, desde luego, al aegithus, hasta el punto de que se cree que sus sangres no se mezclan, y por eso tienen mala fama en la preparación de muchos venenos.
Hay falta de entendimiento entre los thoes y los leones, igual que entre los animales más pequeños y los más grandes. Las orugas se cuidan de los árboles que tienen hormigas. La araña se descuelga con su hilo sobre la cabeza de la serpiente tumbada a la sombra de su árbol y con tanta fuerza muerde su cabeza que, poniéndose a gritar y enredándose en un remolino, ni siquiera es capaz de romper el hilo que pende y, mucho menos, de huir. Y este enfrentamiento sólo acaba con la muerte.

Sobre un áspid transmite Filarco una historia maravillosa. En efecto, según él, en Egipto uno venía a la mesa de un hombre y era regularmente alimentado; parió y una de las crías dio muerte al hijo de su huésped; al ir de nuevo, según su costumbre, en busca de alimento, comprendió su culpa, dio muerte a su cría y no volvió jamás a aquella casa.

Plinio