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jueves, 3 de noviembre de 2016

Editorial Andorra


El lado bueno de la rebanada de pan

Un día se le hizo una pregunta verdaderamente molesta a un rabino, como cuenta una historia judía de las más sabrosas.
De hecho, es la historia de un milagro. Un día un hombre dejó caer por descuido su rebanada de pan untada con mantequilla y aquel día, ¡oh prodigio!, no cayó del lado de la mantequilla. Al contrario de todas las tradiciones, de todas las creencias, al contrario de lo que afirman las Escrituras, la rebanada cayó del lado del pan sin untar. 
Era un milagro. 
El rumor se propagó a toda velocidad por la pequeña ciudad, las gentes se reunieron y se enzarzaron en profundísimas discusiones. ¿Por qué la rebanada no había caído aquel día del lado de la mantequilla?
Se corrió hasta la sinagoga, se le explicó lo sucedido al rabino, que juzgó el suceso muy delicado y pidió todo un día y una noche de reflexión y oración.
Era un hombre muy reputado por su sabiduría. Todo el día, y toda la noche, ayunó, reflexionó, rezó y consultó los libros santos.
Al día siguiente, el rostro cansado pero iluminado por la verdad, se dirigió a la casa donde se había producido el supuesto milagro. Todos los ciudadanos lo rodeaban. Se hizo llevar hasta el hombre y le dijo:
-La solución es sencilla, y te la voy a decir. No es que la rebanada haya caído mal. Es que tú has puesto la mantequilla en el lado equivocado. 

Jean-Claude Carrière