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viernes, 5 de junio de 2015

Ávila y Teresa de Jesús







No hay oficio despreciable

Un santo varón pidió a Dios que le revelara quién iba a ser su compañero en el Paraíso. La respuesta vino en sueños: «El carnicero de tu barrio». El hombre se afligió sobremanera por tan vulgar e indocto personaje. Hizo ayuno y tornó a pedir, en oración. El sueño se reiteró: «El carnicero de tu barrio». Lloró el piadoso, oró y rogó.
Nuevamente lo visitó el sueño: «En verdad que si no fue­ras tan piadoso, serías castigado. ¿Qué hallas de despre­ciable en un hombre cuya conducta desconoces?». Fue a ver al carnicero y le preguntó por su vida. El otro le dijo que repartía sus ganancias entre los pobres y las necesida­des de su casa y convino en que esto muchos lo hacían; re­cordó entonces que una vez redimió a una cautiva de la soldadesca a cambio de un gran esfuerzo de dinero. La educó y la halló apropiada para darla en matrimonio a su único hijo, cuando llegó un joven forastero que se veía angustiado y que manifestó que había soñado que allí se hallaba su prometida desde niña, la que había sido se­cuestrada por unos soldados. Sin vacilar, el carnicero le entregó a la joven. «¡Verdaderamente eres un hombre de Dios!», dijo el santo curioso y soñador. En las entretelas de su alma, deseó verse una vez más con Dios, para agra­decerle en sueños el buen compañero que le había sido destinado para la eternidad. Dios fue parco: «No hay ofi­cio despreciable, amigo mío».
Rabí Nisim

El salario medio, bajo un régimen de libre comercio, se pondrá al nivel del tercer mundo.  
(Herman Daly)

La futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cobrará algo más de una cuarta parte de lo que cobra el alcalde saliente, Xavier Trias: unos 37.000 euros brutos de Colau frente a los casi 144.000 de Trias. (El País - 30 Mayo 2015)