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Tres o
cuatro castañas
Un amaestrador de monos, en el Reino de Sung, era muy aficionado
a estos animales y mantenía un gran número de ellos. Era capaz de entenderles,
y los monos a él. Por supuesto tenía que apartar una porción de la comida de su
familia para dársela a ellos. Pero llegó un día en que no sobraba comida en
casa y él quiso disminuir la ración de los monos. Temía, sin embargo, que no
estuviesen de acuerdo con esto, y decidió engañarlos.
-Les daré tres castañas cada mañana y cuatro cada tarde -les dijo- ¿Será suficiente?
Todos los monos se alzaron en señal de protesta.
-Bueno, ¿Qué les parece entonces: cuatro en la mañana
y tres en la tarde?
Los monos, esta vez, volvieron a ponerse en cuclillas,
bastante satisfechos.
P. Wei Chin-Chi
A petición de Montse.