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viernes, 10 de mayo de 2013

Una carrera de sapos


Érase una vez una carrera de sapos en el país de los sapos. El objetivo consistía en llegar a lo alto de una gran torre que se encontraba en aquel lugar. Todo estaba preparado y una gran multitud se reunió para vibrar y gritar por todos los participantes. En su momento se dio la salida y todos los sapos comenzaron a saltar. Pero como la multitud no creía que nadie llegara a la cima de aquella torre pues, ciertamente, era muy alta, todo lo que se escuchaba era: “no lo van a conseguir”, qué lástima, está muy alto, es muy difícil, no lo van a conseguir”. Así la mayoría de los sapitos empezaron a desistir. Pero había uno que persistía, pese a todo, y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando: “es muy difícil, no lo van a conseguir”, y todos los sapitos se estaban dando por vencidos, excepto uno que seguía y seguía tranquilo cada vez con más fuerza. Finalmente fue el único que llegó a la cima con todo su esfuerzo. Cuando fue proclamado vencedor muchos fueron a hablar con él y a preguntarle como había conseguido llegar al final y alcanzar semejante proeza. Cual sería la sorpresa de todos los presentes al darse cuenta que este sapito era sordo.
Sé siempre sordo cuando alguien duda de tus sueños.