La hoja de hierba
Cierto día de junio, una hoja de hierba le dijo a la sombra de un olmo: "Te agitas muy a menudo, de un lado a otro, e interrumpes mi paz y tranquilidad."
Y la sombra del olmo le respondió: "No, no soy yo quien se mueve; mira al cielo: existe un árbol que se mueve al aire del este al oeste, en medio del sol y la tierra."
Y la hoja de hierba miró al cielo, y por vez primera vio aquel árbol. Y pensó "¡Vaya! ¡Allá hay una hoja de hierba más grande que yo!"
Y la hoja de hierba guardó silencio.
Gibran J. Gibran