6 de Febrero, 2013, Marcapaginasporuntubo se adentraba en el mundillo de los blogs. Han pasado dos años de plena dedicación muy gratificantes. El año pasado, recordaréis, nos hemos felicitado con el "Happy Birthday" de Marilyn. Este año hemos invertido el presupuesto en la edición de este mps conmemorativo que todos nuestros amigos tienen reservado.
La antigüedad
Pasé
por una tienda de antigüedades y, mirando cosillas, vi en un rincón una figura
que representaba a un hombre joven con barba, de tamaño natural. Estaba entre
un reloj imperio y un jarrón de la época Ping.
-¿Es de cera o de marfil? -pregunté al
propietario de la tienda.
-Ni de una cosa ni de la otra. Es un
revolucionario de verdad, de finales del siglo veinte, auténtico. ¿Por qué no
se lo lleva?
-¿Y
es muy caro un revolucionario de éstos?
-Qué
va, se lo dejaré baratísimo, ahora los revolucionarios han bajado mucho de
precio. Tengo veinte más en el almacén. A decir verdad, no tiene prácticamente
ningún valor como antigüedad a causa de la excesiva oferta.
-Entonces,
¿por qué me lo ofrece?
-Porque
puede tener un valor utilitario, si a usted le parece.
-¿Y
qué utilidad se supone que puede tener?
-Lo
pondrá en su casa y él le hará revolución.
-¿O
sea, qué?
-Romperá
la vajilla, arrancará los pomos, ensuciará la alfombra del salón... Lo normal
en los revolucionarios.
-¿Y
usted llama útil a esto? ¡Si no son más que estropicios!
-Pero
¿acaso su vida no es demasiado aburrida? Venga, reconózcalo.
Entorné
los párpados. Con los ojos de la imaginación vi la vajilla en la cocina
dispuesta en los estantes, en orden, como siempre, los pomos eternamente en su
sitio, en la puerta, la alfombra del salón invariablemente limpia... Es
verdad, qué falta de perspectivas, qué aburrimiento...
-Vale,
me lo llevo.
-¿Se
lo envuelvo?
-No,
pesará al menos setenta kilos, que vaya por sí solo.
Me dio una paliza nada más pisar la calle. Y de
pronto sentí que en mi vida ya había movimiento.
Slawomir
Mrozek