Quiéreme o piérdete
Si te decides a amarme, serías para mí igual,
Ácrato, que el vino de Quíos,
e incluso mucho más dulce que el vino de Quíos.
Ácrato, que el vino de Quíos,
e incluso mucho más dulce que el vino de Quíos.
Pero si prefieres a otro más que a mí mismo,
que en torno a ti dé vueltas
que en torno a ti dé vueltas
una nube de mosquitos nacida en una jarra de vinagre.
Dionisio
Noche, vuelve pronto con mi amada
Mensajera de la aurora, te saludo, Estrella de la mañana.
¡Ojalá vengas rápido como Estrella de la tarde,
trayendo de regreso en secreto a la que te llevas!
Meleagro