Justicias del rey Don Pedro
Un arcediano de la Iglesia de Sevilla mató a un zapatero de la misma ciudad, y un hijo suyo fue a pedir justicia; y condenóle el juez de la Iglesia en que no dijese misa un año. Dende a pocos días el rey don Pedro vino a Sevilla, y el hijo del muerto se fue al rey, y le dijo cómo el arcediano de Sevilla había muerto a su padre. El rey le preguntó si había pedido justicia. Él le contó el caso como pasaba. El rey le dijo:
-¿Serás tú hombre para matarle, pues no te hacen justicia?
Respondió:
-Sí, señor.
-Pues hazlo así -dijo el rey.
Esto era víspera de la fiesta del Corpus Christi. Y el día siguiente, como el arcediano iba en la procesión cerca del rey, dióle dos puñaladas y cayó muerto. Prendióle justicia, y mandó el rey que lo trujesen ante él. Y preguntóle por qué había muerto a aquel hombre. El mozo dijo:
-Señor, porque mató a mi padre y aunque pedí justicia no me la hicieron.
El juez de la Iglesia, que cerca estaba, respondió por sí que se la había hecho, y muy cumplida. El rey quiso saber la justicia que se le había hecho. El juez respondió que le había condenado que en un año no dijese misa. El rey dijo a su alcalde:
-Soltad este hombre, y yo le condeno que en un año no cosa zapatos.
(De la Floresta española. 1574)