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lunes, 19 de octubre de 2015

Salas de los Infantes


El dinosaurio

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Caballo imaginando a Dios

A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el Caballo.
Todo el mundo sabe -continuaba en su razonamiento- que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete.

Augusto Monterroso