Más pequeño que un ratón y guarda la casa como un león.
El que lo fa, lo fa cantando; el que lo busca, lo busca plorando y el que lo ve, no lo ve.
Soy un buen hombre valiente y bizarro; tengo doce hermanas para mi regalo, todas van en coche gastando los cuartos, todas llevan medias, pero no zapatos.
Arqueta chiqueta, de buen parecer, nengún carpintero l´ha podido hacer, solo Dios del cielo con su gran poder.
El libro recoge auténticas maravillas, como la atribuida a la vid: Una vieja aparatera parió un fillo enredador, una bella princesita y un fraile predicador donde aparecen la cepa, el pámpano, la uva y el vino. El creador de la adivinanza expresó el concepto de que la maldad / fealdad puede generar el bien / belleza.
Éste es un libro que se puede leer desde el juego, pero también desde la antropología y siempre desde la poesía.
(Adivinanzas del Alto Aragón - José Damián Dieste - Xordica)