Viaje por España y Portugal (1494 - 1495)
Las alcantarillas
Tiene Barcelona en su mayor parte y en las plazas más frecuentadas, cañerías y canales subterráneos con agua, de manera que toda la inmundicia de las cocinas y cloacas por allí va a parar al mar. (Si se cometiera la imprudencia de cargar con exceso el pavimento, se hundiría el suelo de las plazas y de las calles. Son semejantes a las de Nápoles y Pavía, ciudad longobarda, y a las de Valencia, principal población de España).
Venta de esclavos
Vi en cierta casa personas de ambos sexos puestas a la venta. Eran de Tenerife, que es una de las islas Canarias en el mar Atlántico, que se rebeló contra el rey de España y fue sometida por éste, que puso en venta todos sus hombres. Había un mercader de Valencia que trajo en una nave ochenta y siete, de los cuales murieron catorce, por no soportar el mareo y el clima. Los otros fueron puestos en venta. Son hombres morenos, pero no negros, semejantes a los bárbaros. Sus mujeres están bien formadas, con miembros fuertes y bastante largos; pero son bestiales en sus costumbres, porque hasta ahora no han vivido bajo ley alguna, sino que son idólatras. Las islas de Canarias son fecundas en producir azúcar. Me informó el patrón de los esclavos, que las cañas de azúcar allí son de una longitud de seis y siete pasos, y del grueso de la parte anterior del brazo. Tienen también muchos animales y variedad de frutos y cebada. No comen pan, sino cebada, que trituran en una piedra de molino de mano, la deslíen en agua o en leche y la toman como comida y bebida. Comen también carnes cocidas o asadas en abundancia. El rey vencedor les dio un obispo e hizo construir una iglesia. Y están dispuestos a recibir nuestra religión, según los informes. Antes, todos andaban desnudos; pero ahora usan vestidos como nosotros. ¡Oh, lo que hace la doctrina y el celo, que de las bestias encerradas en el cuerpo humano hace hombres apacibles! Si yo no hubiera visto muchos hombres de éstos, no me atrevería a escribir tales cosas. Las islas de Canarias son siete, de las cuales Canaria es mayor que toda Mallorca. La segunda es Tenerife; la tercera, Fuerteventura; la cuarta, Gomera; la quinta, la isla de Hierro, etc. Apenas si los de una se entienden con los de otra, como sucede con el alemán alto y el bajo. Antes de la victoria del rey español eran como bestias. Ahora, gracias a la religión, se van dulcificando. La sexta isla es Lanzarote. Vi muchos cautivos con cadenas de hierro y grillos, forzados a durísimos trabajos, como serrar vigas y otras cosas.
Jerónimo Münzer
Yo soy el verdaderamente importante
Ese curioso y contradictorio personaje llamado Nasrudín visitó en una ocasión la India. Acostumbraba a visitar los lugares sagrados, y un atardecer varios de los devotos comenzaron a charlar con él y le preguntaron por su mujer.
-Se ha quedado en casa -repuso Nasrudín-. He venido sin ella a la India, a visitar los lugares más sagrados.
-¿Qué hace ella? -le preguntaron.
-Cosas sin importancia -repuso el peregrino-. Ella se encarga de hacer las tareas del hogar; cuida a los hijos, les ayuda con sus lecciones y les da la educación pertinente; va al mercado y compra los alimentos; cuando hay que hacer reparaciones, las hace, y cuando hay que repintar las paredes, también lo hace; saca agua del pozo y se encarga de la huerta; también atiende a mi anciana madre y, a veces, va a casa de sus familiares a echarles una mano.
-¿Y tú que haces? -le preguntaron intrigados a Nasrudín.
-¡Ah, amigos, yo soy el verdaderamente importante! Yo soy el que investiga si Dios existe o no.