De Filocomo a Astilo
Jamás he bajado a Atenas ni sé qué es eso que suelen llamar una ciudad. Tengo muchas ganas de ver este espectáculo nuevo para mí: unos seres humanos que conviven en el seno de un recinto cerrado y, también, averiguar las restantes cosas por las que la ciudad se diferencia de la vida campesina. Si, buenamente, te surge un pretexto para dar un salto a Atenas, ven para llevarme esta vez contigo. Yo, por mi parte, creo que ha llegado el momento oportuno para aprender algo más, pues ya me ha empezado a brotar abundantemente el bozo. ¿Quién podría ser más indicado que tú para iniciarme en los misterios de aquel lugar, tú que pasas la mayor parte de tu tiempo zascandileando por el interior de sus murallas?
Alcifrón