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domingo, 20 de octubre de 2013

Fundació Mona

Fundació Mona es un centro  de rescate y recuperación  de primates. Se creó en el año 2000, situado en Riudellots de la Selva (Girona).
En toda Europa sólo existen 4 centros dedicados a la protección de estos maravillosos animales.
Mona cuenta en sus filas con especialistas destacados  en diferentes campos como la biología, veterinaria, antropología y la inestimable ayuda de los voluntarios.
Debido al tráfico ilegal, existen chimpancés que son utilizados en circos, publicidad, atracciones turísticas e incluso como animales de compañía.
Fundació Mona se dedica al rescate y posterior recuperación de estos primates, que están expuestos a ese terrible sufrimiento sometido por el ser humano.
Una vez el animal llega a Mona, realizan un complejo estudio sobre su estado físico y psicológico.
Las exploraciones físicas muestran rápidamente si hay lesiones, sin embargo los exámenes psicológicos pueden llevar mucho más  tiempo ya que el daño mental sufrido por estos animales es muy elevado y las secuelas derivadas del cautiverio pueden ser en ocasiones irreparables.
A  través de sociabilización con otros primates, juegos y un entorno acorde a las necesidades de estos animales, la recuperación parcial es un hecho, gracias al tiempo y cariño que les dedican en el centro.
La información, divulgación y sensibilización es otra de las tareas importantes que realizan en el centro a través de charlas, actividades y el gran valor del “boca a boca” proporcionado por la gente que visita el centro.

El mono juez

Había una vez dos gatos que, cuando tenían hambre, iban a robar comida, y cuando se ponían a repartirla, se peleaban. Ninguno quería que el otro hiciera la partición, pues decía que no se fiaba de él. Por fin llamaron al mono y le pidieron que hiciera el reparto por ellos.
El mono dividió la comida en dos partes iguales. Luego se sentó, examinó primero una parte y después otra, y dijo que quizá una ración era algo mayor que la otra. Quitó de ella un poco y se lo comió. Cuando las examinó de nuevo, le entraron sospechas de que probablemente había quitado demasiado, y con ello las porciones seguían siendo desiguales. Quitó de nuevo un poco de la porción mayor y se lo comió.
Cuando los gatos vieron aquello, gritaron:
-¡Devuélvenos nuestra comida! Nosotros sabemos repartirla sin reñir.
Pero el mono dijo:
-Si vosotros estáis satisfechos, yo no. El caso que habéis puesto en mis manos no está terminado. Vosotros me habéis pedido que reparta la comida a partes iguales, y todavía no lo he logrado. Dejadme probar otra vez.
Así el mono siguió quitando un poco de una parte y otro de otra. Los gatos, viendo que de aquel modo su comida iba desapareciendo, suplicaron al mono:
-No te molestes más. Déjalo según está, y nosotros lo arreglaremos.
Pero el mono replicó:
-No tengáis prisa, amigos. Debéis aprender a respetar al que habéis llamado para que os ayude. Cualquiera que sea el resultado, lo que queda de la comida son mis honorarios por haber arreglado el pleito.
Y diciendo esto acabó de comerse lo que quedaba. Luego dijo a los gatos:
-El caso está acabado. No volváis a pelearos. Podéis marchar.
(Sierra Leona - En torno al fuego en las noches de África)