¿Y
qué nos dices del Matrimonio, Maestro?
Y
él respondió, diciendo:
Habéis
nacido juntos y juntos permaneceréis para todo y siempre.
Juntos
estaréis cuando las alas blancas de la muerte dispersen vuestros
días.
Sí;
juntos permaneceréis en la silenciosa memoria de Dios.
Pero
que haya espacios en vuestra comunión,
y
que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos
el uno al otro, pero no hagáis del amor una traba.
Que
sea, más bien, un mar bullente entre las playas de vuestras almas.
Llenaos
las copas el uno al otro, pero no bebáis en una sola copa.
Compartid
vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.
Bailad
y cantad juntos y sed alegres, pero permitid que cada uno pueda estar
solo,
al
igual que las cuerdas del laúd están separadas y, no obstante,
vibran con la misma armonía.
Daos
vuestro corazón, pero no os lo entreguéis en custodia,
ya
que sólo la mano de la Vida puede guardar vuestros corazones.
Vivid
juntos, pero tampoco demasiado próximos,
ya
que los pilares del templo se erigen a distancia,
y
la encina y el ciprés no crecen a la sombra uno del otro.
(Gibrán Khalil Gibrán)
Marcapaginasporuntubo dedica esta entrada a Natalia Castells y su afortunado compañero.