Los dos morteros
Los habitantes de este bajo mundo son estúpidos y están poco atentos a lo que hacen. Yo, por ejemplo, he imaginado un mecanismo muy interesante para machacar grano en dos morteros con la ayuda de un único mazo.
-¿Y como es ese mecanismo? -preguntó un discípulo.
-Es muy sencillo. Uno de los morteros se coloca en el suelo, como de costumbre, y el otro se cuelga del techo, boca abajo. De esta forma, al levantar y al bajar el mazo golpearán los dos morteros a la vez.
-Sí -dijo otro discípulo-. Es verdad, podríamos hacerlo de esa manera a condición de que los granos del mortero de arriba pudieran mantenerse en su sitio.
-Exacto -dijo el maestro-. Precisamente ése es el problema.
Jean-Claude Carriere