Pues resulta que lunes Marga había contactado con Manu Aguirre de Elkar (Donosti) con el fin de conseguir unos marcapáginas que aquí en Cataluña no es fácil y después de una agradable conversación telefónica que por sí sola ya fue un regalo quedó muy esperanzada. Pero nuestra sorpresa fue mayúscula cuando el martes, menos de 24 horas después, nos llegó un sobre con un montón de bellísimos marcapáginas de los cuales os ponemos una pequeña representación.