El emperador
Xuanzong choca contra una pared
Wu Daozi (685-?) fue
uno de los famosos pintores de la dinastía Tang. Era muy virtuoso pintando
retratos y paisajes, sobre todo de figuras budistas y taoístas. Creó más de 300
murales, con un excelente nivel de perfección. Posteriormente Wu Daozi se
convirtió en un inmortal, y se le conoció como Daoyuan.
En los primeros días
de su reino, el emperador Xuanzong de Tang se consagró a hacer próspero su
país. Pero más tarde en su reinado, se cansó de la política y se tornó corrupto
e incompetente, trayendo con esto desorden generalizado al país.
Un día el emperador,
que desde hacía algún tiempo había estado escuchando sobre Wu Daozi, le convocó
al palacio. Señalándole una pared en blanco, le ordenó que pintara en ella
cualquier cosa que deseara.
Wu Daozi pidió unas
cortinas blancas de algodón y las colgó en la pared. Después se preparó un
balde de tinta china. Wu Daozi levantaba las blancas cortinas con una mano y
sistemáticamente salpicaba de tinta la pared con la otra mano. Una vez
terminada la obra, levantó las cortinas que cubrían la pared. Cuando el
emperador le preguntó qué había pintado, le respondió:
-Montañas, ríos,
figuras, etc. Vuestra Majestad puede apreciarlas ahora.
Las cortinas fueron
retiradas, mostrando un paisaje con picos cada cual más alto, con caudales de
agua fluyendo veloces, árboles muy altos, figuras, viviendas campestres,
animales y aves exóticas. Admirablemente, los árboles de la pintura se balanceaban
gentilmente con la brisa y las casitas humeaban. Tras observar muy extasiado la
pintura de Wu Daozi, Xuanzong le dijo, conmovido:
-Hay muchos pintores
en el palacio imperial, pero ninguno es tan completo como usted.
Wu Daozi caminó
lentamente hacia la pared y, señalando un valle en la pintura, le dijo:
-Vuestra Majestad,
hay una caverna debajo de esas rocas. En la caverna habita un inmortal. ¿Por
qué no va usted y golpea a su puerta para ver si hay alguien dentro?
Xuanzong, indeciso,
golpeó en la puerta. La puerta se abrió, y un joven mensajero de fantasía salió
y se colocó junto a la entrada.
Wu Daozi le dijo a
Xuanzong:
-El escenario en el
interior de la caverna es extremadamente hermoso. Permítame a mí entrar primero
y usted seguirá detrás de mí.
Tan pronto dijo
esto, el pintor saltó hacia la pintura y desde allí le solicitó a Xuanzong
seguirlo hacia el interior de la caverna. Pero cuando el emperador lo intentó,
chocó contra la pared. En ese momento Wu Daozi giró su mirada, sonrió y entró
en la caverna. Tan pronto lo hizo, la puerta de la caverna se cerró.
Xuanzong se quedó en
el lugar petrificado, hasta que un guardia imperial ingresó para informarle:
-Vuestra Majestad,
Wu Daozi ha salido de la Ciudad Prohibida montado en un burro.
Xuanzong montó en
cólera. Cuando se viró para mirar nuevamente la pintura, lo único que vio fue
una pared en blanco.
Tomado de
Misceláneas del emperador Xuanzong de la dinastía Tang