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martes, 19 de noviembre de 2013

Equinoxe (El arte...)



"El arte es una armonía paralela a la naturaleza" (Paul Cézanne)



Una tortilla de huevos de ricachones
Un diálogo lituano

—¿Qué quieres que te diga, Hinde? ¡Vale la pena empeñar el capote con tal de ser rico!
—¿Y a qué viene esto?
—Estuve en la casa de ese ricachón, y pusieron sobre la mesa una tortilla de huevos..., ¿cómo describírtela? ¡Oro puro!
—¡Tonterías! ¿Qué podía tener? ¿Lentejuelas?
—Sin exagerar, gusto a paraíso...
—¿La probaste?
—¿Qué tiene que ver?
—¿Si no la probaste cómo sabes qué gusto tiene?
—¿No se nota acaso? ¡Daba placer mirarla de lejos! ¡Se deshacía en la boca como manteca!
—Bueno, son ricachones, ¿qué les falta?
—¡Dolores de cabeza les faltan! Me gustaría, Hinde... ej... ej... que alguna vez también me hicieras una tortilla de huevos...
—¿Lo dices en serio? ¡Las cosas que se te ocurren!
—¿Por qué no? ¡Una vez en la vida!
—¿Estás loco o qué?
—Ej... ej... ¡Me muero de ganas, Hinde! ¡Vamos, hazme una tortilla de huevos!
—¡Qué desgracia de hombre! ¿Y tienes idea de qué se hace?
—¿Y de dónde quieres que lo sepa?
—¿Por qué hablas entonces...? ¡En primer lugar, los ricos ponen vaya a saber cuánta manteca...!
—Bueno, ¡que sea sin manteca con tal de que sea una tortilla de huevos!
—Esto es una desgracia... ¿y leche?
—Bueno, ¡que sea sin leche con tal de que sea una tortilla de huevos!
—Sí, ¿pero huevos? ¡Sin huevos no se puede hacer una tortilla de huevos...!
—¡Huevos...! ¿Dónde está escrito que tienen que ser "huevos"? Se rompe un huevo y se hace una tortilla de huevos.
—¡De acuerdo! ¿Pero de dónde saco ese huevo? Tenía uno, y se fue media yema y un poco de clara en un relleno.
—¡Uh! ¡Si quieres, ya vas a encontrar con qué hacer esa tortilla de huevos!
—¿Con qué? ¿Con la cáscara? ¿Con medio huevo?
—¡Qué sé yo! ¡Tú eres el ama de casa!
—¡Ama de casa! A menos que sea con un poco de harina...
—¡Que sea con harina, con tal de que sea una tortilla de huevos!
—¡Vivo! ¿Y de dónde saco la harina?
—¿Qué? ¿Un poquito de harina también es un problema?
—¡También un problema...! ¡Salvo que use alforfón!
—¡Que sea con alforfón con tal de que sea una tortilla de huevos!
—Un momento. ¡Qué desgracia! ¡Lo que tengo es una cebolla!
—¡Que sea con una cebolla, con tal de que sea una tortilla de huevos!
—¡Oh, me había olvidado! ¡No me quedó la cebolla, sólo un diente de ajo!
—¡Que sea con un diente de ajo con tal de que sea una tortilla de huevos!
—¡Linda tortilla de huevos! ¿Y con qué unto la sartén?
—¡Úntala con lo que quieras con tal de que sea una tortilla de huevos!
—¡Y sigue con la tortilla de huevos...! ¡La vio en lo del ricachón y se apoderó de él un deseo enfermizo! ¿Si el ricachón se cortara la nariz, uno también tendría que cortarse la nariz? ¡Qué tipo tan fastidioso! ¡Toma, toma, ya está! ¡Ve a lavarte las manos! ¡Aquí tienes tu tortilla de huevos!
—¿Así que ya está lista mi tortilla de huevos? ¡Hinde, te quiero! ¡Los ricachones se creen que sólo ellos pueden comer tortillas de huevos! ¡Es un plato delicado! ¡Tiene olor a ajo... una delicia! ¡Qué bueno, Hinde! ¡Comería tortillas de huevo todos los días! ¿Sabes una cosa, Hinde? Mm... mm... ¡Tu tortilla de huevos no es como yo creía... está un poco agria, le falta sal y está pegajosa!... mm... mm... ¡Discúlpame!, mm... mm... ¡Que Dios no me castigue por lo que digo,... pero qué porquería! ¡Tfu...! ¡Malditos ricachones, no sé cómo se deleitan con porquerías como esta!
Sholem Aleijem